Aluminio, acero, cobre, teflón: descripción general y consejos sobre el uso de varios tipos de sartenes

Un plato excelente se crea no solo por el tiempo, el talento y la experiencia del cocinero, sino también por las herramientas necesarias para elaborarlo. Sin embargo, la elección de las cacerolas no es obvia debido a su variedad. Además del tamaño, tipo de mango y profundidad, también es importante el material de su fabricación.

Las cacerolas de aluminio son relativamente baratas, livianas, pero propensas a dañarse. Se calientan rápidamente y pierden calor con la misma rapidez. A altas temperaturas, liberan una sustancia nociva: el aluminio, que se acumula en el hígado y es cancerígeno.

El aluminio suele estar cubierto de teflón, que es propenso a rayarse, y cuando se daña pierde sus propiedades y no evita que los alimentos se peguen. A altas temperaturas, libera compuestos de fluoruro venenosos que aumentan el riesgo de ataques cardíacos y cáncer.

El revestimiento cerámico, resistente a altas temperaturas, que permite freír con una pequeña cantidad de grasa, evitando que los alimentos se peguen, será mucho más eficaz. La sartén de cerámica puede servir durante muchos años, siempre que no sea falsa (debe quedar perfectamente lisa).

Las sartenes antes mencionadas se recomiendan más bien para uso doméstico debido a su construcción ligera. Estas cacerolas no son muy estables y el uso repetido conduce a deformaciones.

También se fabrican sartenes de acero resistentes a los daños. Se pueden mezclar libremente con herramientas de metal y también se pueden lavar en el lavavajillas. Son inofensivos para la salud y mantienen bien el calor. Sin embargo, se calientan muy lentamente.

Las ollas de hierro fundido tienen características similares. Usarlos, sin embargo, necesita ciertas habilidades para que la comida no se pegue al fondo. Además, son muy pesados ​​y requieren un lavado manual, pero estos inconvenientes se compensan con la calidad de los platos preparados. Las sartenes de hierro fundido son completamente naturales, emiten hierro que es beneficioso para la salud y los platos que se dejan sobre ellos estarán calientes durante mucho tiempo sin calentamiento adicional.

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Las sartenes de cobre también son las más resistentes, pero deben recibir un mantenimiento adecuado y no deben lavarse en el lavavajillas. Se calientan de manera uniforme y rápida y se mantienen calientes durante mucho tiempo. Una ventaja adicional es su apariencia estética, pero el precio sigue la calidad: las ollas de cobre son muy caras.

Si buscas el sabor perfecto de verduras o carnes a la plancha, vale la pena invertir en una sartén grill (preferiblemente de hierro fundido), que, gracias a unas ranuras especiales, dará a los ingredientes el aspecto adecuado y hará que no se empapen de grasa. Las sartenes de acero, hierro fundido o cobre funcionarán bien para guisar carnes y salsas debido a su tamaño y estabilidad. Las sartenes de cerámica son las mejores para freír panqueques, tortillas o panqueques, porque son livianas y antiadherentes. ‘)}

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